/ octubre 13, 2019/ 3 comentarios

No quiero llevar gafas

Tengo que llevar gafas. ¡Qué espanto! ¿Cómo serán mis gafas? ¿Cómo voy a ver con ellas? ¿Qué tipo de gafas serán? ¿Me pareceré a una mosca?

Hay veces que los niños fingen que no ven bien para llamar la atención, porque quieren llevar gafas para parecerse a alguien o simplemente por diversión. Hay otras veces que hacen lo imposible para que los padres y/o profesor/a no se enteren de que no ven bien porque piensan que los compañeros se burlaran de ellos si llevan gafas. Y por último hay otros niños que no saben que pueden ver mejor y se «acostumbran» a ver como ven.
Sea como sea, siempre hay una primera vez. Una primera visita al especialista de la vision, sea optometrista o sea oftalmólogo y todos tememos esa primera vez que nos dicen: «Tienes que llevar gafas». Cuando eres adulto, puedes asimilarlo más o menos bien, pero cuando eres pequeño se te puede hacer todo un mundo. 

Yo, como optometrista de profesión, me he encontrado muchas veces con esta situación y tienes que lidiártelas con padres e hijos para explicar que llevar gafas no es nada malo, que algunos superhéroes como Superman llevan gafas y que es súper molón ya que con ellas puedes ver más de lo que ven los demás («no verás a través de las paredes pero casi»).

no quiero llevar gafas

En el libro «No quiero llevar gafas» de la Editorial Picarona, el protagonista es un niño que va al oftalmólogo (ese médico que tiene un nombre tan largo, como dice él) y tras la visita el oftalmólogo le dice que tiene que llevar gafas, pero él no quiere parecer una mosca y empieza a imaginar como van a ser sus nuevas gafas.

Desea unas gafas especiales, e imagina todo lo que quiere ser y ver con sus gafas nuevas. Y finalmente cuando por fin tiene sus gafas, se da cuenta que no son lo que él había imaginado sino que son mucho mejor y que ya no puede estar sin ellas.

no quiero llevar gafas

El libro sirve para darnos cuenta, desde los ojos de un niño, que llevar gafas es mucho mejor de lo que nos imaginamos. Y esté o no esté de moda llevar gafas, con ellas vemos mucho mejor todo lo que nos rodea y, por lo tanto, podemos estar mucho más integrados con nuestro entorno.

Ficha técnica
  • Tapa dura: 32 páginas
  • Edad recomendada: 5 – 6 años
  • Editor: PICARONA; Edición: Picarona (1 de octubre de 2019)
  • Colección: PICARONA
  • Idioma: Español
  • ISBN: 978-84-9145-298-0

Texto: Carla Maia de Almeida

Nacida en Matosinhos (Portugal) en 1969 es periodista independiente, escritora, formadora y traductora de literatura infantil. Actualmente vive en Lisboa, es responsable de las páginas de difusión y crítica de libros para niños en la revista LER y autora del blog O Jardim Assombrado.

Ilustración: André Letria

Nacido en Lisboa en 1973 y trabaja como ilustrador desde 1992. Ha ganado varios premios como: el Premio Gulbenkian, el Premio Nacional de Ilustración, etc. Y ha publicado en países como Estados Unidos, Brasil, España o Italia.

3 comentarios

  1. Mi madre siempre se las quitaba, tiene siete dioptrías de miopía y en sus tiempos las gafas eran muy gordas, así que cuando salía con las amigas se guardaba las gafas e iba sin ver un pimiento. Cuando conoció a mi padre tenía 15 años, iba sin gafas y la siguiente vez que se vieron no lo reconoció, mi padre pensó que era una borde que no quería saludar.

  2. Cuando descubrí que mi hija tendría que llevar gafas y, todavía peor, parche reconozco que se me vino el mundo encima. Además, no eran gafas normales, la pobre veía fatal y le tocaba llevar dos culos de vaso. Tenía pánico de que se burlaran de ella en el colegio, pero ella se fue el primer día toda contenta con sus gafas y hasta con su parche de dibujitos. Cuando salió y le pregunté si le habían dicho algo, me contó que una niña le había dicho que está fea, pero que ella le había contestado que lo importante no era estar guapa, sino ver bien. Ya ves, yo disgustada y ella feliz porque por fin podía ver bien.

    1. ¡La verdad que los peques aveces nos dan grandes lecciones! ¡Es maravilloso todo lo que nos enseñan y nos aportan! ? ¡Claro que si! Lo importante es tener una buena visión en ambos ojos, ¡ya que el sentido más preciado del humano es la visión!

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.